¿Por qué adora la gente el vidrio? Icónico en diseño, elegante, de primera calidad, auténtico y puro… La gente “siente” el vidrio y ama el vidrio. Los grandes momentos de nuestra vida, desde una boda hasta la celebración de un nuevo trabajo, no estarían completos sin el sonido del corcho de una botella de champán al descorcharse, o el “tintineo” de dos botellines al brindar para marcar el momento.
Combinar experiencia y diseño: ¿Qué hace que el vidrio sea la elección favorita de los consumidores?
Ya se trate de perfumes icónicos, licores artesanales o productos básicos de cocina, nada denota más estilo ni añade más experiencia positiva que los envases de vidrio.
El vidrio tiene el poder de transformar cualquier momento, grande o pequeño, en una auténtica celebración. Material ancestral con una rica historia cultural, el envase de vidrio es atemporal por una razón. Fabricado con materiales inertes que se encuentran en la naturaleza -arena de sílice, carbonato de sodio y caliza-, el vidrio es una fórmula que ha hecho magia durante miles de años. Y no sólo los alimentos y las bebidas se conservan perfectamente en vidrio: los frascos son una forma fresca y bonita de conservar los perfumes y cosméticos que más te gustan.
Los productos de vidrio tienen mejor aspecto
El vidrio da la sensación de ser de primera calidad, tiene mejor aspecto y destaca en las estanterías cuando se ve junto a productos envasados en otros materiales. Durante generaciones, los envases de vidrio han sido sinónimo de elegancia y sofisticación. Imagínate cuánto disminuiría el valor del vino si siempre viniera en una botella de plástico o en una caja de cartón, en lugar de en vidrio. La gente prefiere comprar vino en botellas de vidrio, porque contribuye a la experiencia global de abrirlo y beberlo. Su naturaleza transparente permite a los consumidores ver el producto en todo su esplendor, realzando el atractivo visual. Tanto si se trata de una botella de vino como de un tarro de mermelada artesanal, el envase de vidrio añade un toque de lujo en las ocasiones especiales, lo que lo convierte en el favorito de las marcas que desean proyectar una imagen de primera calidad, y para cuando queremos darnos un capricho.
El vidrio evoca todos nuestros sentidos
La experiencia sensorial que proporciona el vidrio es incomparable. El tacto frío de una botella de vidrio, el sonido de un tarro al abrirse, el tintineo de dos botellines al juntarse con motivo de una celebración, e incluso cómo se siente en la mano, contribuyen a mejorar la experiencia del usuario. Esta interacción táctil con el envase de vidrio a menudo aumenta la calidad percibida del producto en su interior, haciéndolo más agradable para el consumidor.
El vidrio se presenta en un sinfín de diseños elegantes
Los envases de vidrio tienen muchas cualidades, y una de ellas es su atractivo. No se trata sólo de excelentes propiedades técnicas: el diseño del envase enciende la creatividad. Cada botella, frasco o tarro tiene su propia personalidad. El vidrio puede moldearse en casi cualquier forma, color y textura imaginables, ayudando a construir una marca única y auténtica que refleje la excelencia del producto que lleva dentro. Podemos optar por servir el producto en un recipiente de cristal en lugar de su envase de vidrio original. Ajustar el tamaño, el cuello, el cuerpo o el fondo puede transformar una botella de vino de Burdeos en un frasco de perfume o incluso en un tarro de mermelada. Gracias a las numerosas posibilidades de reciclado, y a la recogida generalizada de vidrio en toda Europa, una botella vacía puede tener una nueva vida en menos de un mes.
El vidrio puede reutilizarse de formas creativas
Los más creativos pueden incluso decorar su casa con adornos hechos con vidrio. Tanto si buscas formas bonitas de decorar tu casa para Navidad como si quieres crear espeluznantes tarros de golosinas para Halloween, el vidrio puede aportar color y creatividad a tu hogar. Las botellas y tarros vacíos pueden convertirse en un centro de mesa para una celebración especial, dar un toque de brillo a tu cuarto de baño para guardar maquillaje o cosméticos caseros, o convertirse en un proyecto de manualidades único para que toda la familia lo haga junta. Las posibilidades son infinitas.
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